
La teoría de la materia oscura fría se ha utilizado para explicar que el origen del Universo se produjo hace unos 13,7 mil millones de años, y cómo se ha producido la evolución de las galaxias desde estructuras más simples a formaciones de mayor tamaño. Lo que esta teoría no podía explicar es por qué cada vez hay menos materia oscura y estrellas en los núcleos galácticos. Este problema se da con mayor intensidad en las galaxias enanas, que son además el tipo de galaxias más comunes que se encuentran en nuestra vecindad.
Ahora, nuevas simulaciones realizadas en la Universidad de Washington, han proporcionado una solución a este enigma cósmico. Fabio Governato, principal autor de este estudio, describe los resultados de esta investigación en la revista Nature. En las simulaciones se han tenido en cuenta las zonas de mayor tasa de formación estelar y cómo ocurre este proceso. Los resultados muestran las importantes implicaciones que tiene el incluir en las simulaciones las explosiones de las primeras supernovas super masivas en las teorías de formación de las galaxias. Las ondas de choque generadas por los vientos producidos por estas explosiones barren enormes cantidades de gas evitando la formación de nuevas estrellas en la zona. Ésto a su vez genera, que al eliminar masa, haya menos atracción gravitatoria sobre la materia oscura existente, lo que produce la deriva de dicha materia. De esta forma se puede explicar la baja densidad de estrellas de los núcleos de las galaxias enanas.
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