
Este estudio ha sido llevado a cabo por Adrian Daw, junto con un equipo internacional de científicos dirigidos por Shadia Habbal, de la Universidad de Hawai, y su objetivo es dar un paso importante en la comprensión de cómo se comportan los flujos en expansión desde la corona hacia el espacio exterior, ya que en este comportamiento, la carga dominante proviene del hierro ionizado.
La línea de emisión de Fe XI se produce a 789,2 nanómetros (nm), y las primeras imágenes de la corona en esta longitud de onda revelan algunas sorpresas, sobre todo que la emisión se extiende por lo menos tres radios solares y que posee localizadas las regiones de mayor densidad de iones de hierro .
Según comenta Adrian Daw: "La complicada estructura magnética de las regiones pertenecientes a los confines de la corona, pueden tener zonas de plasma de alta densidad. Además, muchos procesos pueden afectar a la temperatura de los iones de la corona, que pueden conducir a variaciones en su densidad, como son los procesos de colisión, radiación, gravedad, ondas de plasma, la torsión, y la fusión de estructuras magnéticas".

Combinando los datos con las observaciones, los científicos fueron capaces de construir las dos primeros mapas tridimensionales de la distribución de la temperatura de los electrones y su estado de ionización, estableciendo un vínculo directo entre la distribución de estados de carga en la corona y en el espacio interplanetario.
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