
Algunos testigos han relatado cómo apareció en el cielo un gran cuadrado de color amarillo brillante acompañado de cuatro destellos más pequeños la primera noche de este año. Este bólido recorrió el cielo lentamente sin sonido de NE a SO, proporcionando un espectáculo asombroso para quienes pudieron contemplarlo.
Otros testigos escoceses aseguran haber visto hasta 20-25 bolas de color naranja cruzando el cielo el mismo día. De hecho, entre algunos observadores cundió el pánico por temor a que algunos de estos bólidos cayera a tierra. Y la misma actividad se ha vuelto a repetir el 19 de enero.

Tradicionalmente, la actividad de Coma Berenices es débil, con una tasa promedio de caída de alrededor de 7 meteoros por hora. Señalar en primer lugar que hace 50 años, esta lluvia estaba conectada a otra de menor intensidad en la misma órbita, las Leo Minoris de diciembre. En el caso de los meteoros de Coma Berenices, aún no se ha confirmado cuál es su cometa de origen. Pero los investigadores creen que proceden de los restos del cometa Lowe, que posee un periodo orbital de 75 años, con dos corrientes principales que ocurren con alrededor de 27 y 157 años de diferencia. Debido a la dispersión desigual de los materiales, puede pasar otra década antes de que veamos algún tipo de actividad igual.
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