
Su temperatura extrema ioniza el gas de la nebulosa, que está compuesto precisamente del material eyectado por la estrella, ya que se está deshaciendo de su corona durante las últimas etapas de su vida. La estrella ha pasado a través de su fase de gigante roja y ahora está en una etapa tardía de enana blanca. La masa de la estrella se calcula en 0,64 masas solares, aunque era muchas veces más pesada que el Sol antes de que expulsara gran parte de su materia.
Los astrónomos tuvieron la suerte de haber podido tomar la imagen de la estrella en este momento en su vida, porque la luz que emite está desapareciendo alrededor del 1% al año.
El profesor Albert Zijlstra, de la Universidad de Manchester, explicó en una entrevista que la estrella parece estar en una fase en la que la combustión nuclear ha terminado muy recientemente (en los últimos 100-1000 años). Por ello, lo que está irradiando es el calor de su superficie.

Aunque de momento no existe un proyecto para estudiar esta estrella, se espera que en un futuro, nuevas observaciones nos den pistas sobre su composición molecular y las características del polvo que la rodea.
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