
Durante su vuelo en la extratosfera, SUNRISE, realizó el primer estudio hasta la fecha de las estructuras magnéticas brillantes de la superficie solar. Estas observaciones son imposibles de realizar desde la Tierra, porque aunque las variaciones en la radiación solar son pronunciadas en la luz ultravioleta, ésta es absorvida por nuestra atmósfera, impidiendo que lleguen a la superficie de nuestro planeta. Por ello, en la extratosfera, las condiciones de observación solar, son similares a las del espacio, ya que las imágenes no son afectadas por las turbulencias del aire y son posibles las instantáneas en luz ultravioleta.
SUNRISE es el mayor telescopio espacial en abandonar la Tierra. Fue lanzado desde el Centro Espacial ESRANGE, en Kiruna, el pasado 8 de junio. Después de realizar sus observaciones fue separado del globo y descendió a la Tierra en paracaídas el 14 de junio con 1,8 terabytes de información conseguida sobre nuestro Sol, información que aún está siendo analizada.
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