26 de noviembre de 2009

Restos de una galaxia enana en el centro de la Vía Láctea

Al igual que los arqueólogos excavan a través de las capas de la Tierra para desenterrar piezas cruciales para el estudio de la historia de la humanidad, los astrónomos han estado observando a través de las gruesas capas de polvo interestelar que ocultan el núcleo central de la Vía Láctea y han descubierto una reliquia cósmica extraordinaria. Dentro de la protuberancia central han localizado una mezcla inusual de estrellas en el grupo estelar conocido como Terzan 5. Esta formación no se había observado antes en las investigaciones realizadas sobre el bulbo galáctico.
Este conglomerado de estrellas peculiares sugiere que Terzan 5 es uno de los componentes primordiales de la protuberancia, muy probablemente la reliquia de una galaxia enana que se fusionó con la Vía Láctea durante sus primeros días.
Las nuevas observaciones de Terzan 5 muestran que este objeto, debería constituir lo que los astrónomos llaman una "población única", es decir, un grupo de estrellas en un cúmulo globular en las que todas han nacido en la misma época. En cambio, la multitud de estrellas que brillan en Terzan 5 se han formado por lo menos en dos épocas diferentes, la primera probablemente hace unos 12 mil millones de años y luego de nuevo hace 6 millones de años.



Sólo un cúmulo globular con una historia tan compleja en la formación de sus estrellas ha sido observada en el halo de la Vía Láctea, Omega Centauri , por lo que esta es la primera vez que vemos un caso así en el bulbo.
Utilizando el VLT del ESO, equipado con el Demostrador de Óptica Adaptativa (MAD), los astrónomos fueron capaces de "dispersar la niebla" de las nubes de polvo en el bulbo central para revelar la miríada de estrellas.A través de la mirada aguda del VLT, los astrónomos también encontraron que Terzan 5 es más masivo de lo que se pensaba: la composición compleja y la turbulenta historia de formación estelar del sistema, sugieren que podría ser el remanente de una galaxia enana que se fusionó con la Vía Láctea durante sus primeras etapas y por lo tanto, estas estrellas, contribuyeron a formar el núcleo galáctico.El equipo de científicos encargados de la investigación espera que éste sea sólo el primero de una serie de descubrimientos sobre el origen de los bulbos en las galaxias.La historia de la Vía Láctea está codificada en sus fragmentos más antiguos, los cúmulos globulares y otros sistemas de estrellas que han sido testigos de toda la evolución de nuestra galaxia.

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