
Muchos aficionados a la astronomía se sintieron decepcionados ayer al no contemplar el penacho de polvo producto del impacto de la sonda Centauro sobre la Luna. Pero los investigadores encargados del proyecto han afirmado que la misión ha sido todo un éxito y que por la cámara infrarroja se observó cláramente el momento en el que se produjo la explosión. Ahora queda por analizar los datos obtenidos para averiguar si la Luna posee una fuente válida de agua para sustentar futuras misiones a nuestro satélite.